Autoreparación de la piel: Estimulamos la producción de colágeno y mejoramos la circulación sanguínea, de manera que aceleramos la cicatrización de heridas y regeneración de tejidos.
Es una lámpara que emite una luz que estimula el metabolismo y crecimiento celular, es decir: los procesos fisiológicos naturales de curación.
Gracias a ella, las células pueden reparar y recuperarse mejor, con lo que se reduce la inflamación, aumenta la producción de colágeno y la vascularización en los tejidos.
Las células responden generando más energía y activando los sistemas antioxidantes y antiinflamatorios, y así se potencia la recuperación y regeneración de los tejidos.